La opinión pública está mareada con cifras sobre las necesidades energéticas de nuestro país. El recién electo vicepresidente de la International Solar Energy Society (ISES), el chileno Roberto Román, viene a aclarar un panorama oscurecido por los combustibles fósiles y los intereses empresariales.
Investigadores del Centro Científico de Sistemas Terrestres de la Universidad de Alabama han concluido que los primeros cinco meses de 2010 han sido los segundos más cálidos de la historia de la humanidad y que esta década, es la más calurosa que se haya registrado jamás. El calentamiento global es una preocupación mundial cuando las emisiones de carbono que se emiten son cada día más altas debido a la utilización de combustibles fósiles, que han sido los pilares del crecimiento económico de los últimos siglos. Chile aporta al calentamiento global con la emisión de 16 millones de toneladas de monóxido de carbono al año a pesar de que cuenta con todas las facilidades para cambiar su matriz energética desde los combustibles fósiles hacia energías renovables no convencionales, las llamadas ERNC. Pero, como somos chilenos, necesitamos que los extranjeros vengan a decirnos lo que ya sabemos bien. Como el científico y profesor de la Universidad de California en Berkeley, Daniel M. Kammen, quien es además asesor principal de Estados Unidos ante la Alianza de Energía y Clima para las Américas (ECPA), quien quedó impresionado por el amplio rango de energías limpias que posee nuestro país. Una cuestión que los expertos nacionales lo vienen diciendo desde hace mucho tiempo, y sin embargo, se insiste en la energía hidroeléctrica con la pretensión de hacer megacentrales en el extremo austral de nuestro territorio o la obtención de energía nucleoeléctrica a través de centrales nucleares.
La ley obliga a que, al menos, un cinco por ciento de la energía que se utiliza en el país provenga de fuentes no convencionales. Un porcentaje que ya ha sido superado y que podría aumentar de manera considerable si se apoyaran de manera decisiva estas opciones llamadas como alternativas, pero que debieran convertirse en imperativas. El presidente Sebastián Piñera prometió que para el año 2020, el 20 por ciento de nuestra matriz energética provendría de energías limpias, y para ello tiene como ejes de su política en la materia la diversificación de dicha matriz, la búsqueda de una mayor independencia energética, recordemos lo que nos sucedió con el gas natural, y, por último, la sustentabilidad ambiental. ¿Podrá lograrlo? Contamos, como ya decía el experto y asesor de Obama, con todas las condiciones y la capacidad humana. Pero no sólo eso, tenemos expertos que son reconocidos a nivel mundial y que acá en Chile falta que aparezca un artículo en el New York Times para que sea publicitado como es debido. Y es que no ha pasado inadvertido para la comunidad científica, el hecho de que el ingeniero civil mecánico y académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Roberto Román haya resultado elegido como vicepresidente de la International Solar Energy Society (ISES), lo que en lengua vernácula es la organización científica más extensa y más antigua en energía solar en el mundo. Hace un mes, participó en la Conferencia Internacional de Energías Renovables realizada en Yokohama, Japón, junto a otros 1360 delegados de 65 países, en los que se debatió y expuso respecto del estado del arte de las energías renovables en la actualidad. “Hoy China es el mayor productor de colectores solares, celdas fotovoltaicas y luego, lo será en relación a las turbinas eólicas y avanza hacia el tema de otras formas de energía solar porque se dan cuenta que ese es el futuro”, explica el experto.
Respecto del transporte, el ingeniero civil mecánico apuesta por el automóvil eléctrico, “ni quiera el híbrido que será sólo una etapa de transición. La cuestión hoy es saber quién va a producir este autor a gran escala”.
Chile a carbón
Se olvida que la generación eléctrica en Chile proviene en gran parte del mayor contaminante planetario: el carbón. En el Sistema Interconectado del Norte Grande el 99,9 por ciento proviene de generación termoeléctrica que en su mayoría es carbón y respecto del Sistema Interconectado Central su presencia es cada vez más importante. “La autorización del estudio de impacto ambiental de la termoeléctrica Castilla que va a producir 2 mil 300 megawatts, que viene a ser un clavo más en el ataúd de HidroAysén cuyos costos han ido disparándose, viene a ensuciar más nuestra matriz”, explica el profesor Román.
En lo que parece ser un “festival de cifras” en torno a las necesidades energéticas de nuestro país en los próximos años, el estudio “Aporte Potencial de Energías Renovables No Convencionales y Eficiencia Energética a la matriz eléctrica 2008-2025″, realizado por académicos de la Universidad de Chile, entre ellos el mismo Román junto a sus pares de la Universidad Federico Santa Maria se constituye en uno de los más serios. Sus principales conclusiones establece que: “Las energías renovables podrían suponer en 2025, el 40 por ciento de la demanda eléctrica del Sistema Interconectado Central (SIC) de Chile, que abastece a cerca del 70 por ciento del país”, sin embargo, las necesidades energéticas para entonces serán mayores, específicamente el doble de lo que requerimos en la actualidad. “pero lo primordial acá es preguntarse, ¿a dónde va a esa energía? Es decir, ¿para qué se necesita? Y la respuesta definitiva es que no va los hogares sino que al sector industrial y, en particular, a la minería, que es el motor de la demanda eléctrica hoy en Chile. Ni siquiera el sector agroforestal que hoy autogenera lo que necesita e, incluso, inyecta lo que le sobra a la red. El sector minero tiene muchas deudas en lo ecológico, pero muchas de ellas están tomando pasos para minimizar su impacto. Sin embargo, hay otras, como la Minera Pelambres que va a hacer un tranque de relave arriba de Caimanes, llamado Tranque El Mauro, que es una barbaridad ambiental, porque están instalando un tranque de relave a una altura junto a las aguas madre de toda una cuenca, en circunstancias que a otras mineras se les ha obligado a instalarlos más abajo”, explica el experto.
La diversidad de la matriz energética chilena asombra a quienes saben del tema y pareciera que no se requiere a un experto para darse cuenta de las enormes potencialidades que existen. La idea es utilizarlas todas, de modo de hacer un suerte de mix, pero hay unas que debieran ser la base, como “la geotermia, que si bien es relativamente cara cuesta la mitad que la energía nuclear, tenemos un retardo de 30 años en este sector, aunque hay avances y se podría hacerlo más rápido si es que no dejamos todo esto en manos del sector privado, el que siempre busca la ganancia en el corto plazo, de aquí que opte por centrales a carbón porque requiere menor inversión y no asume sus costos medioambientales. Por esto, una política de desarrollo de renovables implica cierta gama de subsidios, incluso HidroAysén, cuyos derechos de agua se los cedieron y cuya línea de transmisión de más de 2 mil kilómetros, tiene un subsidio claro. Las centrales a carbón también lo tienen porque actualmente se les permite quemar mezclas de carbón con petcoak fuera de las regiones saturadas, lo que les permite bajar sus costos de manera considerable, lo que es un subsidio encubierto, porque obtienen la energía sin pagar el costo medioambiental que ciudades como Tocopilla o el Valle del Huasco, lo están sufriendo. Y lo curioso es que la generación con renovables hoy, sin subsidios, sólo tiene costos un poco mayores que las centrales a carbón, y sin embargo, orientamos los subsidios hacia los lados equivocados”, acusa el académico de la Universidad de Chile.
¿Qué tipo de generación energética renovable debiera tener Chile? En el SIC, es decir, desde Santiago al sur, la geotermia, primero, mini hidroeléctricas y luego, energía eólica. Hacia el norte, la base después de la geotermia, debiera ser sin duda, la energía solar. Para desarrollar estas posibilidades lo que se requiere es de un capital humano preparado, ya que “de mi generación quedan muy pocos y hoy, por suerte, se está formando una nueva generación. Otras disciplinas, como la arquitectura, en muchas universidades están haciendo un esfuerzo importante por preparar a sus profesionales en el ámbito del uso eficiente de energías a nivel de construcción y viviendas que es algo clave. En lo técnico, si bien hay empresas que están invirtiendo, en general, no hay muchos. Esto es importante porque este año se permitirá por ley el net metering o medición neta, lo que supone instalar paneles fotovoltaicos en los hogares, generar energía eléctrica y lo que sobra en el día se le inyecta a la red, para en la noche, conectarse a la red, y pagar por la diferencia. Con los precios que hoy existen, esto ya es rentable desde Santiago al norte. Pero el problema con que nos topamos ahí es quién lo instala y no hay muchos técnicos disponibles”, explica.
Quemando el dinero
El cambio hacia las energías limpias es urgente, cuando el petróleo y el carbón no sólo generan contaminación sino que explotación y degradación humana y ecológica. El ejemplo del Delta del Níger que es la tercera región húmeda más importante del mundo o en el bosque lluvioso del Amazonas, que provee el 20 por ciento del oxígeno en el mundo, han sido afectados por la explotación petrolera. La devastación provocada en Nigeria por un derrame en 2004 demuestra cómo empresas, como la Royal Dutch Shell, han sido irresponsables y no han reparado el daño causado a una población que a pesar de vivir en un país que ha provisto los estanques estadounidenses de petróleo por más de 40 años, hoy el 70 por ciento de los nigerianos vive con menos de un dólar al día. “No hay que perder de vista también al uranio, donde Francia, que se jacta de que el 76 por ciento de su energía es nuclear, la obtiene del uranio de Níger, que es el último país del mundo en desarrollo humano, cuyo presupuesto nacional proviene en un 50 por ciento de ayuda internacional, y ahora, AREVA, la empresa francesa nuclear ha decidido aumentar la explotación de uranio y la compensación que ofrecen a ese gobierno es de U$8 millones en total…”. Y no es un mal chiste.
La parte positiva es que “uno de los delegados que más me impresionó en la Conferencia fue el representante de Dinamarca, un país que lidera la producción de turbinas eólicas en el mundo, y desde donde obtienen más de un 30 por ciento de la energía para el país, quien dijo que a pesar de Dinamarca es el mayor productor de petróleo y gas en Europa, la industria de renovables es muy superior a la de los combustibles fósiles. Este es otro enfoque de la industria de los renovables, ya que implica reinyectar dinero en la economía y producir desarrollo, en cambio, cuando se trabaja con combustibles fósiles literalmente se está quemando el dinero. Por lo tanto, o quemamos dinero y destruimos el planeta o utilizamos renovables, generamos trabajo y nuevas actividades. La elección es bastante obvia, ¿no es cierto?”, finaliza el experto.
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