Señor Director:
Las encuestas en Chile sobre la preocupación de la ciudadanía hacia el medio ambiente revelan lo que ya es una tendencia mundial. Los gobiernos no pueden desconocer este fenómeno, que se alimenta a través de las redes sociales, y que a falta de ideologías políticas se ha instalado como bandera de lucha especialmente entre la juventud. Aunque las empresas destinen recursos millonarios en campañas para imponer dichos proyectos, estos sufrirán el rechazo de la población.
En el caso de la problemática energética, el Gobierno tiene la gran oportunidad de trazar un camino, que fue ignorado por todos los regímenes anteriores, que nos lleve hacia el verdadero desarrollo sustentable. Pero para ello se requiere de una legislación ambiental seria, que no dependa de la voluntad del Presidente ni de los funcionarios públicos, que con sus declaraciones aparecen como avales de las grandes empresas, y que considere la participación ciudadana.
Rodrigo Larraín E.
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